Por: Angélica Ríos S.
Estamos viviendo un contexto muy complicado en todo el mundo. Por complicado me refiero a una crisis sanitaria, crisis económica y en Bolivia agregamos una crisis política. Ser joven en este contexto es difícil. Somos la generación que luchó por la democracia en las elecciones pasadas; la generación que salió a las calles e hizo escuchar su voz, la generación que se manifestó y quedará plasmada en la historia de nuestro país. Sin embargo, también somos la generación que reconoce que su país está pasando por un momento bastante complicado y lo único que podemos hacer es quedarnos en nuestras casas. Sabemos que es la decisión más coherente que tomaremos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice: “Mantenga al menos 1 metro (3 pies) de distancia entre usted y las demás personas, particularmente aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre.” Es simple colocar las recomendaciones en papel, compartirlas y pensar que todo estará solucionado. No obstante, no están pensando en el contexto de Latinoamérica.
Nos encontramos en casa, muchos tomando clases en línea, experimentando con nuevas habilidades. Este hecho no significa que seamos insensibles y poco empáticos, a pesar del pensamiento de muchas personas, debido a que somos jóvenes y no entendemos sobre política o lo que en realidad está pasando. Creo que es un grave error pensar que todos estos hechos no nos afectan; Muchos de nosotros sentimos una gran impotencia cada vez que prendemos la televisión en las noticias, cada vez que entramos a Facebook o Instagram y somos bombardeados con información relacionada a violencia y muerte debido a diferentes factores. En muchas ocasiones, no sabemos cómo reaccionar ante estas noticias, no encontramos cometarios políticamente correctos.
Estamos siendo afectados por una crisis sanitaria considerable y adicionamos la crisis política en los últimos meses. El Ministerio de Salud, afirma que la tasa de mortalidad por COVID-19 en Bolivia es del 4.2% por día. Es un hecho gracioso. Siendo conscientes del peligro que corre nuestra población, el gobierno prioriza los intereses políticos. Bianca Malfert, la embajadora del Estado Plurinacional de Bolivia en la organización The World Prosperity Organization nos brindó su opinión sobre el contexto en Bolivia. “Desgraciadamente nuestra política está direccionada netamente por intereses personales y que han dejado a un lado lo más importante que debe tener como prioridad todo político: el bienestar de su país y de su población.” mencionó Malfert. Somos conscientes de la situación, somos conscientes de los problemas. Sin embargo, siempre encontramos la manera hacer escuchar nuestras voces. “Se debe alcanzar una participación activa, que permita que nuestras ideas y proyectos sean tomados en cuenta al momento de desarrollar la agenda política. Somos la clave de la transformación en un mundo que afronta nuevos retos hacia el futuro” afirmó Malfert. Somos una generación muy variada y poderosa.
Nosotros tenemos claro que no solo somos el futuro de Bolivia si no, somos el presente.
Somos pacíficos, pero no pasivos. Somos conscientes del país que queremos construir.