El fuego no da tregua
- Lucía Kenta
- 12 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Lucia Kenta

Fuente: Claudia Morales (Reuters)
En los últimos días se han registrado más de 7 hectáreas en llamas debido a la falta de preparación que tiene el gobierno para poder enfrentar estos desastres naturales que pasan cada año. “Tras los incendios de 2019, nació la pregunta de quién defendería a quienes no tienen voz, a nuestras plantas, nuestros animales, nuestras aves y nuestro territorio donde vivimos, nuestra casa grande.” expresó Juan Carlos Pessoa García, comandante de la Asociación de Bomberos Voluntarios Indígenas de la Chiquitanía “Los Jaguares”. Este sentimiento de impotencia que no solo muestran los bomberos voluntarios, si no las mismas personas, que pudieron observar de cerca toda esta catástrofe que ahora estamos pasando. A pesar de todos nuestros intentos, no podemos contener el fuego que nosotros mismos provocamos.
Es de conocimiento de todos que estos “chaqueos” causan cada vez más daños a todo nuestro ecosistema, pero ¿Cuál es la razón de todo esto?, ¿Y por qué no hay una sanción para los infractores?. Sin embargo, el problema que estamos afrontando se debe mayor parte a la mala administración del gobierno. Se ve claro que en el gobierno del expresidente Evo Morales, se aceptaron 8 leyes incendiarias que permiten el “chaqueo" en Bolivia sin ninguna consecuencia a los involucrados, permitiendo la quema de terrenos para la agricultura y la siembra de coca. Este es el reflejo de una política que prioriza más los intereses económicos sobre la conservación de nuestras áreas verdes, siendo una pérdida irrecuperable en la flora y fauna de nuestro ecosistema y la vida de más de un millón de árboles. Estamos destruyendo no sólo la biodiversidad, sino que también amenazan nuestra propia existencia, por el aire contaminado que estamos respirando.
A pesar de esta terrible situación, los bomberos voluntarios se convierten en héroes anónimos, luchando contra las llamas con recursos limitados y una falta de apoyo estatal, así el sacrificio que están haciendo. “Los que hemos venido lo hemos hecho en condiciones de supervivencia. Tenemos una autonomía de cinco días para entrar al monte, combatir donde nos toque. Los animales están en una situación de supervivencia, están desesperados de buscar agua, de escapar del humo y con lo que más nos encontramos es con insectos, abejas. Muchos hemos sido picados”, dijo Julio Cossio, representante del SAR Bolivia Jenecherú. Señaló que los de esa filial requieren un carro bombero para una intervención rápida a las zonas afectadas, recordándonos que la verdadera fuerza de una comunidad está dispuesta a unirse en tiempos de crisis como el que ahora estamos enfrentando.
Esta falta de apoyo del gobierno ha llevado a la indignación de miles de bolivianos a marchar, reclamando y pidiendo al gobierno que declare desastre natural, lo cual se negó a aceptar y el pedir ayuda extranjera ante todo esto. Estas movilizaciones son un recordatorio de que la voz del pueblo puede y debe ser escuchada. "No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros bosques arden", resuena como un eco en cada rincón del país.}
La crisis que ahora estamos enfrentando por los incendios que ahora estamos pasando no sólo plantea muchas preguntas sobre la capacidad que nuestro gobierno tiene para enfrentar estos desastres naturales, sino también sobre nuestras prioridades como sociedad, ya que la falta de políticas efectivas y la desatención gubernamental que existe han dejado a la región en una situación crítica muy grave ante estos desastres que nosotros mismos provocamos. Cada año, los incendios se vuelven más frecuentes y devastadores, y es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que no solo sean un motivo de lamento, sino un impulso para el cambio y que dejemos que cada año se incendie lo poco que nos queda de nuestro ecosistema.
En medio de las llamas, la esperanza es lo más sostenible en estos momentos residiendo en nuestra capacidad de actuar. Esta situación exige no solo una respuesta inmediata, sino un cambio profundo en nuestra manera de actuar respecto al medio ambiente y la impotencia e indiferencia de las mismas personas y del gobierno mismo. El fuego que por ahora está pasando en nuestros bosques nos recuerda la fragilidad de nuestro entorno, y es momento de decidir si lo vamos a proteger o dejar que se consuma.
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