top of page

El fin y los medios

Por: Sofía Vargas V.


Bajo un clima de especulación y miedo resurgió como tema de conversación otra crisis. Otra para apilar directamente en la interminable lista de problemáticas que el país parece vivir. El peligroso avance de los incendios en Bolivia no es un tema nuevo. Sin embargo, la fragilidad de la memoria y el contexto actual nos mantienen en un estado de tensa calma al respecto.


Entrar a Facebook se ha convertido en una tarea peligrosa. Ataques directos e indirectos sobre cómo algo nos importa muy poco o demasiado; nunca en el punto correcto. Pero ahora el tema no es lo correcto e incorrecto, ni los interminables posts. El tema debería ser aquello que nos compromete como raza humana; uno de los principales problemas asociados a la crisis de salud, crisis migratorias, grandes pérdidas económicas y la sexta extinción masiva: la crisis ambiental.


La crisis ambiental crece día a día por acciones humanas, en Bolivia los incendios atentan contra la vida de especies únicas e indispensables para un equilibrio. Frente a un aumento en la presencia de focos de calor en el país, el riesgo crece para comunidades vulnerables. Mientras más avanza el fuego, más retroceden los derechos humanos para los Pueblos Indígenas. El incendio que sufrió Bolivia el 2019 dejó la peor marca en Roboré y el Territorio Indígena de Monte Verde. Claro que se sabe que no fueron los únicos ni los últimos afectados por el fuego.


Es difícil comprender la magnitud de una pérdida como la que se está viviendo ahora. Más de 2 millones de hectáreas de humedal son afectadas por el fuego en la región. El Gran Pantanal es el humedal de agua dulce más grande del mundo. Se considera el centro de mayor diversidad de plantas acuáticas del planeta y su extensión alberga un gran número de animales. El Gran Pantanal es esencial para el equilibrio de la región, pues regula el clima, fija carbono, genera e incorpora nutrientes a la tierra, entre otros. Pero este no es el único área afectada, los focos de calor reportados se encuentran distribuidos por todo el país.


Pese a una Pausa Ambiental declarada por la Asamblea Legislativa Departamental de Santa Cruz, aún existen una serie de respaldos legales para la quema con fines agrarios, denominada como “paquete incendiario” por algunos movimientos. Entre estas se encuentran las Leyes 337, 502, 739, 740, 741, 1171 y los Decretos Supremos 3973, 4232, 3874, 4232 y 4238. La esencia de los mencionados es “promover la producción de alimentos”. Sin embargo, ¿cúal es el costo?


¿Qué medios podemos justificar con el fin del desarrollo? ¿Cómo encontramos una visión de desarrollo que supere la perspectiva opacada del extractivismo y el “fin justifica los medios”? Ahora, con un respaldo científico sobre las implicaciones y graves amenazas de la crisis ambiental, abrir los ojos hacia una realidad “utópica” que sea incluyente y no use a los pueblos indígenas y la conservación de áreas protegidas como campaña política es a lo que debemos apuntar como sociedad.

 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post
bottom of page