Costumbre no es sinónimo de bueno

Por: Luciana Calderón Ballesteros

Fuente: Luciana Calderón

Con el paso del tiempo los valores y aspiraciones comunes en la sociedad cambian. Es un proceso normal. A todos les tocó (o nos tocará) ver con asombro a las nuevas ideas, invenciones y conocimientos de las generaciones siguientes a la nuestra, ajenos a lo que es habitual para nosotros. Sin embargo, cabe considerar que cambio no es sinónimo de pérdida, y costumbre no es sinónimo de bueno.

De ser así, estaríamos estancados en un estado de involución, y nuestro modo de pensar sería siempre el mismo… nada más alarmante. No aceptar lo bueno que viene en nombre de lo que ya es sería el fin del crecimiento para el ser humano.

Cualquier razón que impida abrir nuestras mentes a nuevas circunstancias y comportamientos, solamente porque sean diferentes a las que conocemos y a las que nos enseñaron siempre, no son útiles para nosotros ni para nadie. Parte del desarrollo de nuestro propio pensamiento crítico consiste en estar inconformes con lo que ya conocemos y tomar conciencia de que lo que ya sabemos no es la verdad absoluta, solamente porque así fue programado previamente en nuestras cabezas.